Portapaz del Llanto sobre Cristo muerto

FINALIDAD RELIGIOSA
En esta obra, Juan Lorenzo muestra una de las escenas del ciclo de la Pasión de Cristo, en la que se intercala el Descendimiento de la Cruz y el Santo Entierro, momento en el que el cuerpo de Cristo es depositado sobre la piedra de la unción. Lo acompañan, entre lamentos y sollozos, la Virgen María, san Juan, las santas mujeres, Nicodemo y José de Arimatea.
Tema con gran carga emotiva, fruto de la piedad popular, donde se mezcla un profundo dramatismo acometido por la pasión y la contemplación amorosa y doliente, llena de veracidad y dolor.

COMPOSICIÓN JERARQUIZADA
El portapaz tiene forma de capilla asentada sobre cuatro pies semiesféricos. El basamento poligonal está ocupado por un friso de tréboles anillados que flanquean cabezas de ángeles, sobre las que hay una cartela con inscripción casi ilegible, donde se interpreta Augusti. El cuerpo central culmina con la superposición de un crucifijo.
En el cuerpo central tenemos la escena principal del Llanto sobre Cristo Muerto, flanqueada por estribos decorados con animales fantásticos, rematados con tejadillos y pináculos, y bajo una cubierta de dosel y remate piramidal calado con bichas enroscadas, sirviendo de base para el jarrón gallonado sobre el que se eleva la cruz.
En el reverso, hay una amplia asa, y en el lado derecho, un grabado del escudo de los condes de Buendía.

DRAMATISMO NARRATIVO
En torno al cuerpo yacente de Cristo tendido en el suelo, que ha sido desclavado de la cruz y preparado para el entierro, está la Virgen María, cubierta con una toca en señal de luto y situada junto a la cabeza de su hijo, lo abraza y se lamenta, con expresión trágica y dolorosa. Mientras, María Magdalena se encuentra a los pies de Cristo, en recuerdo a la unción en casa de Simón.
Acompañan la escena San Juan, acariciando el cuerpo sin vida de Cristo, las santas mujeres, José de Arimatea y Nicodemo, portadores de los botes de perfume con los que se embalsa el cuerpo.

ORIGEN E INFLUENCIAS
Son varias las fuentes las que inspiran este conjunto iconográfico, muy ligadas a la literatura mística, escenas del culto a la piedad y a los textos provenientes de las cofradías de la flagelación.
La representación iconográfica del Llanto sobre Cristo Muerto, más que ser una lamentación, simboliza la adoración al redentor, a la que en ocasiones se le unen imágenes de san Juan y la Magdalena. Tiene su origen en la cultura bizantina, donde se empleaba esta imagen en el Epitaphios, paño fúnebre que se utilizaba en los oficios de los viernes y sábados santos. Además, los Threnos constituyen una escena en la que Cristo, acostado sobre el suelo, es llorado por su madre y los discípulos, algo que pasará al arte italiano del Trecento.

Durante el Renacimiento y el Barroco este tema tendrá gran popularidad y dará lugar a composiciones con gran carga dramática y expresiva, mucho más teatrales, como vemos en la Lamentación de Giotto para la capilla Scrovegni de Padua ó en Van der Wyden con una de las tablas que ha día de hoy se conserva en el Museo de los Uffizi.

Juan Lorenzo
Entre 1510 y 1522
Plata sobredorada
Parroquia de Santa María, Dueñas, Palencia

Parroquia de Santa María, Dueñas, Palencia